Puedes encontrar cientos de páginas que te hablen de lo que debes visitar si vienes a Valencia. Y por supuesto que todo eso que te recomiendan lo debes ver. Pero ya sabes que a mí me gusta más ayudarte a que encuentres otros planes alternativos que hacer en esta bonita ciudad.
Ya te he hablado de qué edificios modernos no debes perderte, te he enseñado una ruta por el Centro histórico buscando graffittis, te he dicho qué actividades falleras puedes vivir en Valencia fuera de los días de Fallas, y hoy quiero proponerte tres planes, que puede ser que ni los propios valencianos los hayan disfrutado. Incluso yo los he realizado hace poco tiempo.
Así que aquí os presento, para la gente de la tierra y para los forasteros, tres planes diferentes para hacer en Valencia.
¡Espero que los disfrutéis!
1.- Visitar una bodega.
Seguro que no se nos ocurre hacer un viaje a La Rioja sin visitar una bodega, o a la zona de Tarragona sin probar los vinos del Penedes, sin embargo pocos de nosotros hemos visitado una bodega aquí, en nuestra tierra, en Valencia.
Un día de primavera visitamos con unos amigos la bodega Hoya de Cadenas, muy cerquita de Utiel, en la denominación de origen Utiel-Requena.
La visita se ha de reservar previamente, es guiada, dura unos 90 minutos y cuesta 9€. Se inicia con un recorrido en un trenecito que te lleva, recorriendo los viñedos, hasta la casa solariega y el lugar donde estaban las primeras bodegas.

Allí puedes visitar la casa del siglo XVIII que aún conserva la esencia de aquella época y alegrar la vista observando las vastas extensiones de viñedos que parece que nunca se acaban. La variedad de uva que dan estos viñedos es la «bobal», que tiene la característica de que la vendimia es nocturna, por lo que esta variedad de uva se recoge por la noche.


Aquí, al lado de la casa, en las antiguas bodegas que ya no se utilizan han creado una exposición de toneles, «Arte en Barrica» donde personajes famosos, como Javier Mariscal, han pintado distintos toneles. Es un lugar muy bonito. El edificio es del siglo XIX y cuenta con una cripta que era donde estaban ubicadas las antiguas bodegas.


Volvemos a coger el trenecito que en esta ocasión nos traslada a la zona más moderna de las bodegas, donde están los depósitos del vino blanco y rosado de la cosecha actual. Nos explican los distintos procesos que pasa el vino desde que se dejan las uvas hasta que el vino llega a la tienda.
Hoy en día las bodegas están llevadas por la 4ª generación de la familia Gandía, exportan a más de 90 países y hace unos años fue incluida en la lista de las 50 mejores bodegas del mundo.

La última parada del trenecito nos lleva a la Sala de Barricas. Bajamos unos 4 pisos, y allí, bajo tierra y a una temperatura constante, las 15.000 barricas de roble francés y americano guardan los Reserva y Gran Reserva de la bodega.


Por último y en un rinconcito muy acogedor hacemos la cata de tres vinos, uno blanco, uno tinto y una mistela. Es interesante intentar definir el olor y el sabor de esos «caldos», que aún saben mejor cuando un experto te indica qué debes sentir y en qué zona de la boca se te debe quedar el sabor.
Nunca he sido muy de vinos pero creo que me podría acostumbrar a tomarlos si aprendiera a disfrutarlos bien. Saber con qué marida cada vino, a qué temperatura debe tomarse o en qué tipo de copa .
De hecho, al final compro una botella de cada uno de los vinos que hemos probado, en concreto el blanco «Ostras Pedrín», el tinto «BO», y la mistela «Nova Fusta», para poder explicar todo lo que he aprendido cuando destapemos cada botella.
La chica que nos ha acompañado en la visita me dice que el «Nebla» es el blanco que la gente de la bodega toma cuando tienen que elegir un vino para comer. Así que también me llevo una botella de «Nebla» ¡hay que hacer caso a los expertos!

2.- Ver la exposición «La Aventura del Pensamiento» en el MUVIM
Poco conocida, hasta por los propios valencianos, esta exposición permanente del MUVIM es una verdadera sorpresa. Desde luego no nos esperábamos el buen rato que pasamos, más de una hora, siguiendo a los distintos personajes que te van presentando la exposición y sorprendiéndonos a cada momento, a la vez que hacíamos un recorrido muy ameno de cómo ha ido adquiriendo conocimientos la raza humana desde la Edad Media hasta nuestros días. Muy bien relatado, contando lo bueno, pero también lo malo, que los humanos hemos hecho en estos últimos siglos.
Como no se pueden hacer fotos os pongo una imagen de la entrada con los horarios. La exposición es gratuita, pero se tiene que reservar con antelación, pues no pueden entrar más de 20 personas.

Yo creo que lo mejor de todo es acudir con la mente abierta, sin saber lo que te espera y dispuestos a sorprendernos, aprender y disfrutar.
Saldréis de allí con un sentimiento de satisfacción y sorpresa que pocas veces conseguimos tener en esta vida tan previsible que solemos llevar.
3.- Ver pasar la «Cabalgata del Convite» del día del Corpus
En Valencia, en la mañana del Corpus, un día que suele ser especialmente luminoso y soleado, el Capellá de les Roques, subido a caballo y vestido de terciopelo negro, va invitando a todos los valencianos a presenciar la Procesión del Corpus que se realizará por la tarde. Esta de la mañana del día del Corpus es la «Processó de la Convidà», un acto que en los últimos años ha empezado a tener la relevancia que había perdido, siendo en la actualidad seguido por una multitud de personas.

Una de las imágenes más representativas de esta procesión es el baile de la Moma, que es una figura vestida de blanco y con la cara tapada por un velo que lucha con bastones contra 7 momos, que representan los pecados capitales y a los que al final del baile vence. Esta danza es de origen medieval y procede de Francia.

También son característicos de esta procesión el baile de los cabezudos. Tres hombres y tres mujeres vestidos de valencianos que llevan unas cabezas gigantes y hacen sonar unas grandes castañuelas.

Estos cabezudos representan a los continentes de Asia, África y América, y son los únicos de esta Cabalgata del Convite que también bailan precediendo a la procesión del Corpus de la tarde, junto con «Els gegants», que desfilan al son del tabalet y la dolçaina representando a Europa, Asia, Africa y América.

La Cabalgata del Convite tiene incluso más antigüedad que la propia procesión del Corpus y tiene muchos más bailes, algunos de origen rural como el de la «mangrana», el de los caballitos, los pastores o «els arquets». Detrás de todos desfilan los personajes del Antiguo Testamento, empezando por Adán y Eva. Cuando llega el turno de la Degollà, con el Rey Herodes y sus soldados, la gente les tira agua desde los balcones, mojando también a los espectadores, algo que se agradece pues el día del Corpus suele ser bastante caluroso en Valencia.

Y si quieres puedes conocer algunos monumentos con visitas guiadas (unas gratis y otras no), o descansar un rato tomándote un café con encanto.
Ya sabes que en Valencia se pueden hacer un montón de planes pero si quieres hacer algo diferente fíate de mí y haz alguno de estos tres. ¡Te los recomiendo!