CONOCIENDO LA TOSCANA VALENCIANA Y OTROS LUGARES INTERESANTES

A una hora de Valencia, parte en esta provincia y parte en la provincia de Alicante, se encuentra una zona formada por pequeñas colinas cubiertas por viñas y olivos, les Terres dels Alforins, a la que llaman la Toscana Valenciana. Y hacia allí nos dirigimos a pasar dos dias de un soleado diciembre dispuestos a disfrutar del paisaje y de la gastronomía de esta zona, tan cercana a nuestro lugar de residencia, Valencia, pero que no conocemos.

Por cierto, si te gusta visitar zonas con viñas y olivos, también deberías visitar El Priorat, en Tarragona. Una escapada bonita y muy interesante.

Pero ahora os voy a explicar el recorrido que hicimos esos dos días por si queréis conocer estos pueblos del interior de la Comunidad Valenciana, ya que no solo nos limitamos a les Terres dels alforins, sino que también nos adentramos en la Serra de Mariola y en la Serra Grossa, conociendo lugares tan especiales como el Monasterio de Agres o el poblado ibérico de Les Alcusses. Ahora os cuento.

El Monasterio de Agres está construido sobre una roca

Tengo que decir que, en este viaje, primero elegimos el hotel donde nos íbamos a alojar y a partir de ahí organizamos los lugares que íbamos a visitar.

Queríamos conocer algunas zonas del  interior de la parte sur de la Comunidad Valenciana, y así reservamos habitación en el Hotel La Sitjâ, un coqueto hotelito situado en el pequeño y tranquilo pueblo de Benissoda, en la Vall d´ Albaida.

La habitación era moderna, con una cama enorme, un altillo con sofás y televisión y unas preciosas vistas a las montañas de los alrededores. Un lugar perfecto para descansar y desconectar del estrés cotidiano de la vida en la ciudad. Justo lo que queríamos.

Tranquilas vistas desde la habitación del hotel La Sitjà en Benissoda

Pues una vez elegido el lugar donde íbamos a pernoctar os cuento los lugares que fuimos conociendo en nuestra pequeña escapada. Fueron dos días entre semana en pleno Diciembre, por lo que algunos lugares estaban cerrados y solo pudimos verlos por fuera.

Desde Valencia fuimos directamente hasta Bocairent. Este es un pueblo de los llamados con encanto, y ciertamente su casco antiguo lo tiene, ya que ha sido declarado conjunto histórico-artístico.

El trazado de sus calles se ha mantenido como en época de los árabes con sus callejuelas llenas de recovecos, sus subidas y bajadas, sus escaleras y  sus callejones, por lo que no te puedes olvidar de llevar un buen calzado para poder recorrer estas calles llenas de macetas con flores.

Calles del casco antiguo de Bocairent

Pero lo más curioso de esta población son Les Covetes dels Moros, una visita que no debes perderte si vienes a Bocairent. Nosotros, por circunstancias personales, no pudimos visitarlas pero te recomiendo que no te las pierdas.

En la Oficina de Turismo, que está frente a la Iglesia, te explicarán todo lo que necesitas saber para hacer esta visita tan curiosa.

Después de recorrer el casco antiguo de Bocairent, pusimos dirección hacia el pueblo de Agres para visitar su Monasterio, situado ya en la Serra de Mariola.

Este Monasterio está construido sobre los restos de un antiguo castillo por lo que la Virgen que hay en su interior es la Virgen del Castillo. Desde allí arriba se puede contemplar el pueblo de Agres situado a los pies del Monasterio.

Vista del pueblo de Agres desde el Monasterio

Por suerte, después de pasear por los alrededores del Monasterio, ya que no pudimos visitarlo por dentro, pudimos comer en la última mesa que quedaba libre en la Pensión Mariola, un típico y concurrido restaurante donde pudimos degustar los platos de cuchara, especialidad de la casa, y otras delicias gastronómicas que toman por estas frías tierras de interior. Elegimos la olleta, el gazpacho, el arroz al horno, y la borreta, y también probamos la pericana que es una salsa hecha con tomate seco y pescado en salazón, plato típico de Alcoy y de la zona de Alicante tan cercana al lugar donde nos encontramos.

Platos de cuchara de Pensión Mariola en Agres

Acabamos de comer con un cremaet, que es café con coñac pero hecho de una manera artesanal, y una infusión elaborada con una mezcla de hierbas que crecen por estos montes de la Serra de Mariola. Luego, ya con el estomago lleno, seguimos camino hacia el siguiente lugar de nuestro recorrido, el pequeño pueblo de Carrícola.

Cartel a la entrada de Carrícola

Este pueblo, situado al norte de la Sierra de Benicadell, era una antigua alquería musulmana, y ahora es conocido por las esculturas y los murales que han hecho más de 70 artistas por sus calles y que ha puesto este pueblo de la Vall de Albaida en el mapa.

Y es que en los años 80 ya cambiaron toda su producción agrícola de naranjas por productos ecológicos y a partir de ahí han seguido realizando iniciativas de manera sostenible, lo que ha hecho que tenga el título de pueblo más ecológico de Valencia.

Paseamos por sus solitarias calles  buscando las distintas esculturas, descubrimos el antiguo lavadero, nos paramos en una fuente llena de caracoles y llegamos  hasta una pequeña ermita desde donde se ve el castillo, al que no subimos, pero que también tiene pequeñas sorpresas durante la subida.

Ah, y nos hicimos una foto en el cartel de la entrada al pueblo que imita al conocidísimo de Coca Cola. Todo un descubrimiento este pueblecito.

Esculturas de gatos por los tejados de Carrícola

Desde aquí ya fuimos a nuestro hotel y, después de cenar en el vecino pueblo de Albaida, nos fuimos a dormir.

Comentar una cosa curiosa que descubrimos en el paseo nocturno que nos dimos por Albaida y es que aquí voltean manualmente las campanas de la Iglesia parroquial de la Asunción, diariamente y sin interrupción, desde hace 800 años y este acto ha sido declarado como Bien de Interés Cultural Inmaterial.

Los sábados y los domingos hacen visitas guiadas gratis, pero tienes que reservar la entrada.

Paseo nocturno por Albaida

Al día siguiente nos dirigimos a visitar les Terres dels Alforins, la llamada Toscana Valenciana por las colinas repletas de viñedos que hay por sus alrededores, pero antes nos paramos en el Pou Clar, que se encuentra en las afueras de Ontinyent.

Es un paraje fluvial, donde nace el río Clariano, y que aquí forma unas pozas a las que en verano la gente viene a bañarse. Y es que en verano hay que reservar la entrada para poder entrar, pero ahora, en pleno invierno, podemos dar un bonito paseo por el camino que va bordeando las pozas y al que accedes después de bajar unas empinadas escaleras que salen desde el aparcamiento donde hemos dejado el coche.

Paraje del Pou Clar en Ontinyent

Este lugar se encuentra justo en el desvío a la carretera que, entre viñedos y pequeñas colinas, nos va a llevar a la población de Fontanars dels Alforins.

Es una ruta bonita y tranquila y por el camino nos vamos encontrando bodegas que pueden visitarse y hacer una cata de vinos, pero hay que reservar y además se suelen hacer en fin de semana, por lo que nos conformamos con comprar, en una tienda del pueblo, varios vinos de la zona para probarlos en casa.

Ya de vuelta hacia Valencia pararemos a ver dos lugares que, sin esperarlo, fueron de los sitios más interesantes del recorrido. Dos descubrimientos bastante inesperados.

¿Quieres saber cuales fueron? Pues no te pierdas el próximo post.

 

2 comentarios en “CONOCIENDO LA TOSCANA VALENCIANA Y OTROS LUGARES INTERESANTES

  1. Indicar que la mitad del valle de Los Alhorines está en Villena, y no es exclusivo de la provincia de Valencia. Es algo que siempre se olvida.

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